miércoles, 19 de agosto de 2009

Experiencias del monitoreo

Mi trabajo continuó.... esta vez como monitora dentro del Plan Nacional de Capacitación Docente. (Pronafcap)

Iniciarme como monitora del desempeño docente en agosto del 2008 fue muy emocionante y un gran reto que enfrentar, pero me gustan los retos y las experiencias nuevas.

En esa primera experiencia me encontré con 12 maestras ávidas de aprender más, mejorar su práctica docente y superarse como profesionales. Las profesoras de la IE "Madre Loreto Gabarre" de Pueblo Libre, me abrieron las puertas de su aula y de su amistad en forma muy natural. Y los alumnos.... se hicieron mis alumnos durante esos meses.... inolvidables.

Luego, el 2009 se me presentó un nuevo desafío: llegar hasta Puente Piedra a conocer nuevos profesores....y nuevos niños. La experiencia siguió siendo positiva y la necesidad de implementar nuevas estrategias me ayudaron a comprender que para ser maestra es imprescindible la creatividad, la perseverancia y sobre todo el deseo de abrir y construir puentes para que los niños avancen hacia el saber.

Una de mis observaciones más importantes en este proceso es verificar la gran deficiencia que existe en el uso de materiales didácticos. Los maestros carecen de recursos y muchas veces se dan las clases con lo tradicional y más simple: pizarra y tizas.

La confección de materiales es limitado por lo costos que implican, sin embargo hay recursos que existen en el ambiente y debemos utilizarlos: periódicos, revistas, botellas plásticas, cd viejos, etc. y muchos otros materiales que muchas veces van a la basura. Por otro lado, el uso de las TICs tan valorado en estos tiempos es casi imposible si el docente no domina su uso y por ello no lo incorpora en su trabajo cotidiano, aparte por ser de difícil acceso dentro de la escuela.

Todo maestro debe recordar que su labor no se basa en la repetición de conceptos o en la transmisión de información, es principalmente, la oportunidad de despertar conciencias, de fomentar valores y de formar hábitos en nuestros pequeños alumnos que le serviran de base para afrontar todos los retos de la vida.



Un verdadero maestro es el que logra formar
las mentes y corazones de sus estudiantes.